domingo, 16 de septiembre de 2007

VISIONARIA PROFECÍA


Debo haberla visto cinco o seis veces en los últimos veinte años. Y cada una de esas ocasiones pienso que es mejor película. Probablemente la razón no sea otra que su tremenda modernidad. El castañazo (Slap Shot, 1977) anticipa muchas de las lacras del deporte profesional de nuestros días (y de la sociedad que lo ampara): el culto a la violencia, la apelación al morbo por los medios de comunicación, el ocaso de los ideales... El gran George Roy Hill, director menospreciado donde los haya, tradujo en imágenes el sabio guión de Nancy Dowd dando lugar a una comedia corrosiva, feroz, de las que no dejan títere con cabeza, y que cuenta a la sazón con una de las mejores interpretaciones en la extensa trayectoria de Paul Newman (lo que no es decir poca cosa).

El galán de Dos hombres y un destino y El golpe, títulos ambos donde estuvo a las órdenes del citado Roy Hill, está memorable como Reggie Dunlop, entrenador y jugador maduro, al borde del retiro, que se aferra a su profesión del mismo modo que intenta reconquistar a su esposa: como un intento fútil pero tenaz de detener el paso del tiempo.

Entre los secundarios, todos eficaces y ajustados, vemos a Strother Martin, uno de los habituales de Peckinpah. Y la banda sonora es un aluvión de temas para el recuerdo, incluyendo el Sorry seems to be the hardest word, acaso la mejor canción compuesta por Elton John.
¿Se nota que me gusta?