domingo, 2 de diciembre de 2007

LUZ DE DOMINGO

El cine de José Luis Garci concita partidarios acérrimos y detractores furibundos. Yo, al margen de la simpatía que le profeso en lo personal, me cuento entre los primeros. A diferencia de lo que hoy se estila, sus películas no son de efectos especiales sino de efectos sentimentales. Tal vez en ocasiones se le vaya la mano con el azúcar, pero prefiero eso a comerme la pulpa de una tuera. Es un cine de imágenes cuidadas y diálogos inteligentes y sabios. Si ésta su última obra hasta la fecha la hubiese firmado un director noruego o danés, de apellido impronunciable, la crítica nacional estaría hablando de obra maestra. Al susodicho le habrían sacado bajo palio. Pero Garci es de Gijón, seguidor del Sporting -y de cualquier equipo que juegue bien-, y no se da ínfulas de grandeza a pesar de tener un Oscar en la repisa y haber sido nominado en tres ocasiones más.

Aunque tal vez no haya cometido pecado peor que el de la independencia. De eso trata justamente su Luz de domingo, basada en un relato de Pérez de Ayala ambientado en la Asturias de 1911, y que me permito recomendar encarecidamente a cuantos se asoman a este blog. El protagonista es un hombre recto, que pagará muy caro el no plegarse a abusos ni componendas, con el telón de fondo de dos bandos, Chorizos y Becerriles, enfrentados desde tiempo inmemorial en una lucha enconada y fratricida. La cantinera del lugar, foránea, sentencia lúcida: ustedes no se alegran de lo bueno que les ocurre, sino de lo malo que les ocurre a los de enfrente. El gran Alfredo Landa ha anunciado su retirada tras este trabajo; es de lamentar, aunque uno no consigue imaginar mejor despedida que su creación de Joaco, un prodigio de miradas y gestos sutiles. Carlos Larrañaga por su parte compone un cacique tan ladino como amoral.

Hermosa película, con aroma de western clásico, que nos pone frente al espejo de nuestras miserias: las que esconde la bella tierra de esta piel de toro, maldita por el virus del cainismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A Garci no le perdonan que haya filmado historias demasiado clásicas.Además Garci no tiene el poder mediático que pueda tener Almodóvar, por poner el ejemplo contrario.
Si te digo la verdad, a mí me ha gustado de Garci ese estilo sencillo y tranquilo con el que te cuenta una historia grande.
Mucha gente le dió la espalda cuando tuvo el valor de rodar en los últimos noventa la trilogía decimonónica: "Canción de Cuna", "La Herida Luminosa" y "El Abuelo"-
Yo creo que esa trilogía merece una revisión seria.
La única película de Garci que nunca me llenó fue "You're the one". Me pareció una operación retro un poco pedante.
Estoy totalmente de acuerdo que Garci está infravalorado y desde luego no se lo merece. La culpa es de cierta crítica y de la poca promoción que se le de a estos autores españoles.
No he podido ir al cine este fin de semana, ni podré tampoco el que viene. Estoy completamente seguro de que cuando vuelva a Las Palmas esta peli estará fuera de cartelera.
Ahora estoy metido de lleno en toda la filmografía de Hawks, de la que estoy recibiendo algunos impactos notables.
Un abrazote.