lunes, 5 de noviembre de 2007

PROMESAS DEL ESTE


Como le decía al compañero Anro en su excelente blog Las puertas de Babilonia, me gustó bastante Promesas del Este, lo último de David Cronenberg. A pesar de su guión un tanto tramposo (los servicios sociales tienen por mandato legal la tutela de los menores en situación de desamparo; la sustitución de Vincent Cassel por Viggo Mortensen en el baño turco se antoja una treta muy burda, que tardaría poco tiempo en ser descubierta), la trama se sigue con sumo interés y hay un puñado de secuencias soberbias: a destacar, ya atisbándose el desenlace, la que tiene lugar junto a un Támesis bañado por las sombras. Armin Mueller-Stahl fue una revelación en La caja de música, de Costa-Gavras, y desde entonces no ha dejado de refrendar su talla de gran actor. A Viggo le falta muy poco para cuajar uno de esos personajes que engrosan por derecho propio las antologías del género. Y de Naomi Watts qué cabe decir, sino entender sin ambages el empecinamiento de Kong por tenerla a su vera.
Addenda: Acabo de conocer el fallecimiento de Peter Viertel, a quien tuvimos la fortuna de tratar, y de quien recomendamos encarecidamente en este blog su novela Una bicicleta en la playa, allá por el mes de marzo. Al margen de su avanzada edad, parece claro que su corazón no ha sido capaz de asumir la pérdida, hace tan sólo tres semanas, de la que fuera su esposa, la divina Deborah Kerr. Con él se va uno de los últimos testigos de la era dorada del Hollywood clásico. Descanse en paz el bueno, afable y siempre lúcido Peter Viertel.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me abrumas con tu elogio, Javier, pero es muy cierto que me animas a seguir escribiendo con honestidad y un gusto inmenso sobre CINE, así con mayúsculas, porque, como a muchos otros amigos cinéfilos, esas imágenes mágicas han marcado etapas decisivas en mi vida.
Tengo en mi disco duro portátil una copia perfecta de "Veredicto Final", que junto con el guión y la película original de "The Hustler" van a ser un banquete visual expléndido para este fin de semana.
Un abrazote "andaluz" (hay diferencia)

Óscar Córdoba dijo...

Una auténtica pena que se nos haya ido el gran Viertel. Un tipo entrañable que despedía pura inteligencia y lucidez a pesar de su edad.

Por otra parte, aunque algunos duden de su existencia, y por macabro que parezca mi comentario, ese es el amor verdadero. Después de una vida juntos, uno no sabe vivir sin el otro.

JAVIER MONTOYA dijo...

Amigo Javier, por fin he podido ver "Promesas del Este",ya que desde que leí tus comentarios tenía especial interés en ella.
Me ha parecido una peli estupenda, no reconozco al Cronenberg de antaño, creo que es un resultado mucho más maduro que lo que, hasta ahora, había visto de él.
Aún a pesar de la extremada violencia de algunas escenas, el regusto que me ha quedado al verla es muy positivo: qué se diría hoy día del amigo Peckinpah, tal vez que su "vilento" cine de entonces no era sino un mínimo porcentaje de lo que luego vino, o tal vez es que nuestra capacidad de asimilar tal violencia también va en progresión.

Comparto tu comentario sobre Montersen, borda su personaje, aunque aún le queda un punto de hervor para el pleno.

Watts, con oficio, hace una buena composición.

Sin embargo, cuando te refieres a la escena "a la orilla del Tamesis", si es la que estoy pensando, creo que en manos de Vincent Cassel queda poco verosímil la "conversión" espontánea de su personaje, no están al mismo nivel en tal momento Mortensen y Cassel.

Es una buena peli, gracias por tu recomendación, y un abrazo.