martes, 22 de enero de 2008

A VUELTAS CON LOS OSCAR

Primera impresión tras conocer hace un rato las nominaciones de esta edición: desconcierto. Y por varios motivos. Ridley Scott, que ha firmado este año su mejor obra desde los días ya lejanos de Blade Runner (muy superior, desde luego, a Gladiator) se ve excluido de las principales categorías, si bien ha colocado a Ruby Dee como mejor actriz de reparto (en el rol de la madre corajuda de Denzel Washington). Zodiac, el muy estimable film de David Fincher, ni asoma la cresta.


Pero aún resulta más extravagante el caso de Expiación (mi preferida a falta de un par de estrenos de tronío). A pesar de lograr un total de siete candidaturas (entre ellas la más cotizada, la de mejor película) su director, Joe Wright, se ha quedado fuera de la terna de aspirantes. Sólo ese antológico plano-secuencia de la playa de Dunkerke ya merecía con creces la nominación. En cambio opta al Oscar en ese apartado Tony Gilroy, que no terminaba de sacar todo el partido posible al buen guión escrito por él mismo para Michael Clayton, con su exceso de primeros planos y su estética de telefilm.
Sorpresa relativa, pero muy saludable, la nueva candidatura de Alberto Iglesias, quien ya conoció dicha suerte con su partitura para El jardinero fiel. Esperemos que en esta oportunidad logre alzarse con la estatuilla, al igual que Javier Bardem, claro favorito que tiene su mayor contrincante (o eso pienso) en el soberbio Tom Wilkinson de la citada Michael Clayton.
Por su parte Daniel Day-Lewis puede ir haciendo un sitio en su repisa para el galardón al mejor actor principal que le reportará, a buen seguro, There Will Be Blood. Justo reconocimiento a su enorme categoría.